Murió de un Beso
A tenor de nombrar a Felipe Trigo en la entrada anterior, me he puesto a bucear por su obra. Uno de entre sus títulos me ha llamado la atención especialmente, y he pensado: "voy a escribir un poemilla en su honor, que me cae muy bien el señor Felipe". Y aquí está: Murió de un Beso. Se da la casualidad de que se trata de una obra póstuma. Dicen que se suicidó, pero lo cierto es que su muerte no se ha podido esclarecer. Yo creo que murió de un beso...
Tengo que leer la novela.
Sed condescendientes, que no es más que un poemilla improvisado ¡y escrito directamente a ordenador! ¡puajjj! Quizás no sea la versión definitiva, había escrito un par de versos más e iba a alargarlo, pero me pareció que ya estaba todo dicho, que quedaba bien así.
Encontraron el arma homicida
sobre el cadáver,
que más que cuerpo inerme
parecía efigie de santo extasiado.
Ardua fue la tarea:
oculto estaba el maldito,
y las lecturas de la energía residual
volvían loco el besómetro.