martes, abril 08, 2008

Respuestas

Las respuestas son:


Porque todos los seres humanos son seres heridos

Porque todos se buscan sin cesar a sí mismos en los otros

Porque temen sentir y temen no sentir, y no acaban de decidir en qué medida

Porque nadie sabe qué es lo que importa de verdad

Porque nos gusta perder el tiempo en necedades

Hoy toca a otros buscar las preguntas...

viernes, abril 04, 2008

Sobreviviéndome

No me queda cerveza, pero que no cunda el pánico: he descubierto una nueva manera de comer jamón. ¿Cómo no se me había ocurrido nunca? Quizás lo olvidé tal como lo ideé. Quién sabe... ¿puede llamarse bocadillo a algo que lleva más jamón que pan?: pan-jamón-pan... y luego más jamón envolviéndolo todo.
Suena algo entre las paredes, suena a siete kilos de rata correteando por conductos cuyo aspecto prefiero no imaginar. Me consuelo metamorfoseando rata en cucaracha... siguen siendo siete kilos.

Me pregunto qué ha sido de todas aquellas cosas que no sabes de mí, y si es que ya no existen sólo porque tú las ignoras.. También me pregunto en qué momento dejaste de intentar conocerme.

Entonces recuerdo que no dejas de abrazarme (pones caras raras, eso sí) ni aún cuando te anuncio que mi vieja rebeca debe de llevar uno quince años de historia entre sus hebras. Está áspera, puede... no, no pienso lavarla, si me quieres quiéreme tal y como: con mi cochambrosa rebeca heredada del novio de mi hermana. ¿Qué quieres que te diga? Hay cosas peores: hay gente que cuelga cornamentas de sus paredes, hay gente que cree que vota al centro...

-¡Me cago en la puta!, le digo, y mi gata me mira, guiña un ojo, aparta de mí su interés por un instante... No importa... si me conocerá, la tía. Mi gata es la única persona a la que puedo decirle absolutamente cualquier cosa. -¡Me cago en la puta! ¡Me cago en la putaaaaaaa! Yo grito y ella sabe que me quejo por amor, y parece pedirme cierta dosis de elegancia, no mesura, no... sólo que cuide un poco las maneras. -No es digno de ti... no tan temprano, me dicen sus ojos, más tarde quizás... tarde y sin dormir, pero hoy no te toca, nena, ni siquiera has bebido suficiente. Hoy tú eres la madre y yo la nena, vale, pero mañana el pienso te lo pongo yo. Mañana habré olvidado que recordé que no puedo controlar el amor...los amores... el amor...

miércoles, marzo 05, 2008

5 COSAS SOBRE MÍ

Hace eones que le debo a María Maza, la personalidad más macarra en el santoral (amén de una originalísima artista que exuda talento por cada poro de su piel), la respuesta a un meme que me propuso. Mis más sentidas disculpas, querida santa, y aquí tienes las cinco cosas sobre mí:

- Soy una mujer de gustos sencillos: mis comidas preferidas son la pasta, el jamón y el pollo frito. Mi bebida, la cerveza.

- Soy muy territorial, casi huraña, diría yo, y eso a pesar de no poseer mi propio territorio. Me molesta que otros vengan a lo que considero mi terreno a cambiar las cosas o armar jaleo, y me frustra que interrumpan cualquier cosa que esté haciendo. Odio las visitas sorpresa.

- En este año 2008 cumplo 30 (sí, qué pasa, ojalá lleguéis vosotros a la edad que aparentáis), como la canción I will survive, que a partir de ahora tomaré como himno personal. Este año celebro mi Heb Sed como reina de mi vida que soy...

- Me declaro abiertamente antimatrimonio, sin embargo a veces me sorprendo fantaseando con la idea de un baile nupcial en una oscuridad hendida tan sólo por una ténue luz blanca, a solas mi esposo imaginario y yo abrazados, moviéndonos dulcemente al son de Moonlight Serenade.

- No se me ocurre una quinta cosa, aunque más bien debería decir que se me ocurren varias y las voy desechando. Bueno, pues ahí va un quinto dato: a menudo soy demasiado analítica (y no suelo comer fruta al menos que alguien me la pele y me la trocee, lo que hace que ame al eventual "pelador-troceador", en serio, me inspira un gran amor y una ternura infinita, dame frutita y te querré siempre. Vale, este último es gratis, son seis, es que el de analítica es muy soso ¿no? ¿Véis? Ya estoy otra vez analizando. ¡Aaaaaaaaaaaaarrrrrrrghhhhhhhh!

Y aquí van las reglas del juego:

1.-Nombrar a la persona que te ha nominado, poner un link a su página y estas reglas en tu blog.
2.-Compartir cinco cosas sobre tí mismo, algunas rarezas o algunas al azar.
3.-Nominar a cinco personas, poniendo su nombre y el link a su blog al final del post.
4.-Hacer saber a estas personas que están nominadas dejando un comentario en su blog.

*Pues... los nominados son:

-El señor ángel exterminador (sí, amigos, no lo duden, este es su nombre real...) Amable compi de clase adicto a todo lo "ciber", hablamos poco porque no domino el lenguaje binario.

-El inigualable Mon, ese espécimen de dudosa procedencia planar que conoce los diálogos completos de las películas más frikis de la historia ("me convirtió en grillo... y mejoré"). Sí, te dará pereza completar el juego, te negarás, pero míralo así: te doy un tema para el próximo post y la excusa perfecta para practicar el autobombo que tanto te gusta...

- Mi inquieto amigo Jose, que cuando no está en China está en Argentina y si no, pegando berríos sobre un escenario. Cantar, lo llama... También dice que es poeta, qué poca vergüenza, como si eso fuera algo... si poemas ya hacen hasta las máquinas. No para... ¿dedicará unos minutos de su escasísimo tiempo libre a este jueguecillo?

- Nenec, otro friki-compi de la facultad. Como puede observarse, tengo la suerte de estar rodeada de seres encantadores (¡no es ironía!).

- Y por último... ¡Glaurung! Ese dragón disfrazado de biólogo que a su vez finje ser humano: ¡JA! No cuela... ¿Anillar aves? ¿qué clase de persona se dedica a tales menesteres? Ya sé que tu blog es de relatos y que no practicas mucho la pornografía emocional propia de los espacios blogeriles, pero ahí queda mi propuesta, a ver si así conozco un poquito más de ti...

Currad rápido porque en breve os toca otro meme destos (menos a ti, oh ángel de los exterminios exterminables, que has sido el que me ha pasado el otro... ¡¡@$%&* SEAS!!) Prometo contenidos interesantes entre medias (se hará lo que se pueda), así como dejar de abusar de los paréntesis y los puntos suspensivos (¿lo lograré?).

jueves, febrero 21, 2008

Oído a un par de niños de unos 5 años



Niña: Tu amigo es tonto

Niño: No, porque sabe juntar letras y cuando tiene mocos se los limpia.


¡Pero qué nos ha pasado desde los 5 años! Cómo nos complicamos la vida al crecer, con lo sencilla que es la pura verdad que encierra una definición en labios de un niño...

miércoles, febrero 20, 2008

La tristeza no está de moda

Así son las cosas: en esta sociedad del consumo rápido los sentimientos también resultan devorados en el intento de vivir. Los tristes, los melancólicos, los reflexivos incluso, son apartados si no tienen la precaución de hacerse a un lado ellos mismos para no ser arrollados por la euforia perpetua, por la actividad incesante de una maquinaria que se alimenta de autoengaño.

Nadie va a preguntar ni a consolar, nadie se preocupa de tristezas ajenas, no sea que vayan a salpicarle y emborronar su bonito día feliz, no resulte que tenga que verse obligado a frenar su ritmo para conversar sobre temas tediosos, para escuchar los problemas del otro. Tampoco el melancólico o el apesadumbrado, por otra parte, se atreverá a expresar tales estados de ánimo. Probablemente oculte un rostro demacrado tras una máscara afable, pero cómo va a arriesgarse a ser tachado de triste y aburrido, cómo... Si hay que ser brillante todo el tiempo, si hay que sonreír y hablar sin cesar aunque no se diga nada, si además de triste acaba uno por sentirse culpable por estar así y no ser la compañía amena e interesante que todos suponen, que los demás esperan...

La gente se apresura a juzgar al que tiene delante, sin preocuparse de conocerlo realmente, se hace su composición de las cosas basándose en presunciones, en conjeturas absurdas sin base alguna.
Y, al fin, incluso la amistad se convierte en un objeto de consumo rápido, y pasa veloz como una estrella fugaz, reluciendo durante unos días o meses hasta apagarse finalmente. Quizás no fuimos lo suficientemente brillantes para el otro, quizás las exageradas expectativas acaban generando decepción.
Y yo, que nunca pedí aparecer resplandeciente ante nadie, como una libertadora del hastío de otras vidas, propongo un acuerdo: ¿por qué no verme oscura desde el principio? Será mejor que asistir a la extinción del entusiasmo de un modo cruel y observar el modo en que mi imagen se consume en pupilas ajenas. Nunca pedí ser observada desde abajo, nunca pedí ser estrella fugaz.

lunes, febrero 11, 2008

Tecnológicamente en bolas

Confieso: ahora me ha dado por hacerme fotos en pelotas. No sé si a fotografiarse las vergüenzas con el móvil se le puede llamar arte (si cuelgo la foto formato enorme en una pared de granito con una pera de ducha acoplada y un pepinillo en Arco, seguro que entra en tal categoría y lo vendo por un pastón; "performances" las llaman, creo... o instalaciones) o si confesar que es puro autoexhibicionismo.

De un tiempo a esta parte me gusta observar mi cuerpo desnudo en el espejo antes de ducharme, me miro y me gusto, pa qué nos vamos a engañar, y también me gusta ir asistiendo al devanecimiento de mi imagen nublada por los vahos que empañan el cristal que me refleja, como una metáfora de algo... del desapego de la carne, de la pérdida de una parte fundamental de la identidad (esto colaría como declaración de intenciones de mi "obra" en Arco seguro). Ahí la tecnología se alía con... bueno, eso que la conferencia episcopal denominaría impudicia, en un complicadísimo proceso mental que relaciona conceptos de alto nivel semiótico tales como: desnudez- teléfono móvil a mano- cámara integrada en móvil- foto desnuda. Aaah... la tecnología: esa gran amiga del pecado, la perdición, el paganismo y, en definitiva "to lo chungo".

Supongo que en realidad todo lo mueve quizás un cierto narcisismo, pero en realidad hay más de autoamor sencillo como una florecilla del campo y, sobre todo, curiosidad. ¿A quién no le ha pasado más de una vez decir: huys qué horrible salgo en esta foto y obtener un: no es que seas horrible, pero eres así como respuesta?
Pues dicho y hecho, que como parece que para observar con objetividad la realidad, o al menos la que LOS OTROS (los otros como una entidad ominosa y alienante,toma acotación cultureta) ven, no hay nada como una foto. Y teniendo en cuenta que el hecho de que mi cara es así ya está asumido a estas alturas de la vida, pues ahora le ha tocado el turno al cuerpo.

Ahora todo será que no me roben el movil o no tenga un descuido en plan te voy a enseñar las fotos que le hice a tu sobrina, que como nadie se está quietecito, siempre siguen pulsando y pulsando el botoncito escarbando en tu álbum de fotos completo. Y yo para exhibicionismo total no me veo preparada hasta que tenga en mi poder una super-réflex que haga unas fotos cojonudisísimas de las que sí pueda llegar a afirmar algún día que son arte sin necesidad de pepinillos, peras de ducha o cualquier otro elemento "performancesístico" de evocación freudiana.

Espero que nunca lleguen a inventarse las fotografías mentales, que en esas la realidad sí que tiene que ser dura, dura de asimilar...

martes, enero 22, 2008

Sanación efectuada ¡Beeep! Retire los deshechos de sus penas, por favor



¡Ah! Parece que ya me curé, aunque nunca se cura uno del todo. Quizás se trata tan sólo de los aromas de la primavera que comienzo a sentir cada vez más cerca.

Y la musa vuelve cuando quiere, mientras no me ponga demasidado soberbia o hable en exceso de nuestras intimidades. Se enfurruña, la tía... (además de voluble, caprichosa).

El caso es que de vez en cuando vuelve a visitarme, y trae consigo las voces de dioses pequeñitos
que me animan a escribir y narrar sus andanzas.
¿Y quién soy yo para desoír a las divinidades por muy diminutas que estas sean?

martes, enero 08, 2008

La Ruina de la Diosa (relato para la IX ronda de EDV)

Esta es una historia antigua como el mundo, más aún que el reinado de los hombres y la pretendida supremacía de estos sobre la otra mitad de la humanidad, pues cuando los hechos que narro acontecieron, eran las mujeres las que organizaban la vida en comunidad. Y lo cierto es que las sociedades matriarcales de aquellos primeros tiempos de la inocencia eran pacíficas y felices, despreocupadas y ajenas a los peligros que acechaban cada vez más cerca...

Transcurría la era de la luna, de la Diosa que regía benévola para todos, fértil y pródiga, presta a ofrendar sus frutos, generosa esparciendo sus bienes... La era anterior al desarrollo de la agricultura, cuando el ser humano aún se regía por los ciclos lunares en lugar de penar bajo el yugo abrasador del tirano sol. Mujer y hombre se repartían las tareas por igual y hallaban placer juntos en la caza y en la recolección de los dones de la Madre Tierra. Hallaban solaz en las danzas, en las narraciones alrededor del fuego, en los rituales de fecundidad, y veneraban los prodigiosos misterios de la maternidad que convertían a cada mujer encinta y a cada madre en un reflejo de la Diosa en su aspecto más benévolo y generoso: el de dadora de vida.

Pero las tribus guerreras del Este presionaban y se extendían como parásitos sobre una bestia sarnosa. Y así sucedió que llegaron una noche, oscuros y malolientes, portando armas toscas y funestas intenciones, hombres más feroces que alimañas formando hordas hambrientas de sufrimiento.

La matriarca de la aldea aún estaba despierta cuando comenzaron a oírse los primeros gritos, e innumerables lamentos habrían de unirse a aquellos primeros antes del amanecer. Salió de su cabaña para observar horrorizada la masacre: los suyos ni siquiera habían tenido tiempo de tomar un arco o una lanza entre sus manos, los atacantes habían caído sobre ellos inesperadamente, del mismo modo que los nubarrones que en esos momentos ocultaban el rostro de la luna.

- ¡Matadme a mí!- vociferaba enfurecida- ¡a mí en primer lugar! ¡Mátame, maldito seas!- ordenó a uno de los atacantes, aferrándolo, clavándole las uñas, sacudiéndolo con una fuerza inconcebible que a punto estuvo de derribarlo. El hombre la miró desconcertado, asustado posó su mirada en los collares de ámbar que adornaban el cuello de la matriarca, en las plumas y las pieles que formaban sus vestiduras, en el vientre abultado que evidenciaba un parto inminente. Se soltó de su presa de un tirón y se alejó a trompicones en busca de una víctima más propicia. La mujer corrió tras él y le destrozó el cráneo con su bastón de mando, sangre y sesos la salpicaron, y ella, como enloquecida, se cubrió con aquellas sustancias, dejó que la esencia de la muerte penetrara en ella.

-¡Ahora seré portadora de destrucción y no de vida! ¿Me oyes, madre? ¡No me abandones esta noche aunque apartes tu mirada de la tierra! ¡Que tu oscuridad acompañe a la de mi alma!

Exclamando estas palabras se abalanzó sobre el invasor más cercano, que se esforzaba sobre una chiquilla herida, tratando de violarla. El primer golpe le partió la columna y lo arrojó a varios metros de su víctima. El segundo casi arrancó su mandíbula de cuajo e hizo que uno de sus ojos se descolgara grotescamente de su cuenca. A partir de ese instante, no se entretuvo en golpear más de una vez a sus enemigos. Uno tras otro fueron cayendo bajo su bastón y su furia sin posibilidad de defensa, temerosos de dañar a una matriarca por demás preñada. Aunque aquella no fuera su cultura, sus creencias... ¡eso sería casi como atacar a la misma Diosa! Historias sobre los poderes sagrados de las matriarcas, que asumían el papel de hechiceras a la par que el de líderes, habían llegado hasta sus oídos, y nadie osaría alzar la mano contra una de aquellas mujeres.

Aunque hubiera luchado durante toda una vida, aunque hubiera habido diez más como ella, los suyos estaban destinados a la derrota. El oponente era infinitamente más numeroso, y ellos no eran más que unos aldeanos acostumbrados a la paz.

El alba se anunciaba tímida en el horizonte, el sol parecía reacio a salir y durante un largo espacio de tiempo el cielo flameó con los colores de la sangre antes de que éste mostrara su faz.

Sólo quedaba ella en pie, exhausta, cubierta de pies a cabeza con la sangre de sus enemigos.

- Quiero morir como vine,- arrojó a un lado su manto- yacer desnuda en contacto con la Madre.-Su piel relucía roja, su angustia por los perdidos, por su pueblo, cuyas historias ya nadie contaría, fluía por su rostro en forma de llanto. Las lágrimas se mezclaban con la sangre, y fue entonces cuando el niño que llevaba dentro se rindió y entregó la vida tras aquella noche cruel. La que había sido matriarca de toda una tribu sintió a su bebé perecer dentro de ella; las fuerzas la abandonaron y cayó al suelo rendida, muerta en vida, vacía de toda esperanza.

Los hombres de las hordas se limitaron a rodear su cuerpo castigado y prosiguieron su camino, abandonándola a su suerte, sin osar rozarla siquiera.

La mujer se arrastró hacia el altar de la Diosa, la única construcción de piedra de toda la aldea, lo único que no se había visto reducido a cenizas. Yació junto a él durante días antes de pasar al otro lado.

-Si tan sólo hubiera sucedido antes...-se lamentó su espíritu mientras abandonada su morada de carne- quizás así, libre, habría podido hacer algo...- Y su etérea figura refulgía con una intensa luz blanca mientras guiaba a las almas de los suyos hacia los brazos de la Madre.

Pedazos de aquel altar aún continúan anclados a la tierra en su lugar original, melancólicas ruinas de lo que una vez fue bello.

lunes, noviembre 26, 2007

CUENTO para sobrevivir al OTOÑO


La calle es un desfile de sombras, así lo atestiguan esta luz viscosa y mis tres dioptrías y pico, lo grita mi conciencia, no hallando reflejo en las figuras fugaces que atraviesan el éter como en la confusión de un sueño acelerado.

Y así camino, caminan más bien mis piernas por mí, movidas por una voluntad ajena, extraña, tan diferente de la mía, en estos momentos blanda, ausente.

Mis suelas han de tener dibujada una ruta a seguir todos los días, me digo. Algo, una especie de gps de la rutina que me obliga, o quizás me ayuda a cumplir con estas obligaciones obtusas que nos impone la sociedad, que nos imponemos nosotros mismos para encajar bien en ella, para agradar, en definitiva. Si no quisiéramos agradar todo el tiempo ¿nos esforzaríamos por alcanzar metas tales como títulos oficiales o trabajos estables? Me pregunto qué tienen que ver los títulos con el conocimiento, y los trabajos absurdos con la supervivencia.

No es culpa del otoño, ni de las hojas en su ritual anual de suicidio colectivo (la secta de los árboles es la más disciplinada de las sectas), ni siquiera es culpa de los rostros grises ni de esta luz somnolienta.

La culpa es de la amortiguación integral que cargamos día tras día sobre nosotros, como una especie de apéndice vano:

¿Le parece percibir como a través de un velo? ¿A menudo siente la sensación de no estar lo bastante vivo? ¿Sus emociones han perdido intensidad? Dos palabras: Amortiguación Integral. No está incluida en el modelo de serie, pero suele acoplarse con el transcurrir del tiempo.

Así son las cosas, la realidad, antítesis de sí misma (absurda y antiestética, vibrante y reluciente) se derrama como lluvia perezosa sin lograr atravesar las gabardinas que cubren nuestro entendimiento.

En otoño, quién sabe por qué, se hace más obvia esta carencia de consistencia, este emborronamiento de contornos y de ánimos.

Pero hay esperanza, existen múltiples recetas para deshacerse de la Amortiguación Integral, se rumorea. Una de ellas al parecer asegura que si uno permite descansar su mirada, sus piernas, su ego... Si uno se detiene a contemplar atentamente el cielo, en ocasiones acaba cayendo en la cuenta de que jamás es el mismo: los colores, las luces, la disposición de las nubes se alían cada día para crear un cuadro único y perfecto. Y al final nos salvan los prodigios desapercibidos que creímos tedio.




Colaboración para el número de Noviembre de la revista Grada.

jueves, noviembre 01, 2007

EL Muro

La barrera siempre ha estado ahí, eso dice mamá. Paco también me habló de la barrera, y todos parecen sentirla, ¿pero quién la alzó? ¿realmente lo hice yo o es la percepción de los otros la que me sitúa tras ella?
Lo cierto es que ahí continúa, lo noté el otro día entre aquella chica que no me miraba a los ojos mientras me hablaba y yo, lo capté en el rubor de aquel otro que balbuceaba nervioso unas explicaciones ininteligibles. La barrera era quizás la culpable a su vez del caudal de palabras sin sentido que otro vertió sobre mí nada más verme.
¿Qué es la barrera? Paco decía que impongo, como otros me han dicho. Mamá dice que está ahí desde que era pequeña, que yo me quedé en mi propio mundo y dejé al resto de la humanidad al otro lado.
No lo sé, es posible... Supongo que ese muro impalpable pero tan fatídicamente presente ha marcado de algún modo mi destino de escritora. El Hado quiere que escriba, de algún modo pretende que salga menos, que tenga menor relación con las personas y así me encierre a escribir sin más distracciones de las necesarias.
El Destino siempre se sale con la suya...

miércoles, octubre 17, 2007

CURACIÓN

...Y AHORA VOY A QUEDARME EN SILENCIO, PEQUEÑITA Y CONCENTRADA, UN EMBRIÓN DE ESCRITORA.
CALLAR Y ESCRIBIR, CALLAR Y ESCRIBIR. VAMOS A QUEDARNOS SOLAS LAS DOS, MI MUSA HUIDIZA Y YO. NO VOY A PERMITIR QUE NADA MÁS IMPORTE.
TE INVOCO, ME ENTREGO, VEN A SER YO...

martes, octubre 16, 2007

Espinas Prematuras

¡Verde, verde, verde!

Era una ocasión especial, única. Un brote... ¿de qué? Nadie sabía. ¿Cuándo fue la última vez que alguien contempló una encina o un rosal?

Se bailaron danzas antiguas, eso sí era recordado por algunos, alzando los brazos al cielo, hambrientos de inmensidad, pateando la tierra como venimos haciendo desde hace miles de años, los últimos cientos con más saña que nunca.

Se celebró, en fin, el acontecimiento, como era digno de celebrar. Recordaron el sexo, se miraron con aprensión... ya apenas se tocaban. Había tantos riesgos: la enfermedad, la polución, la podredumbre habían planeado sobre sus conciencias pueriles demasiado tiempo.

Y, ahora, aquel insignificante remedo de vegetal reclamaba de nuevo para sí cuanto de vital existía en el universo, los llamaba a la acción, la saliva y al sudor, hierbajo impertinente, revolucionario de la sangre...

Lo pisotearon, ¿qué importaba? ¿Quién podría esperar a que creciera para disipar sus dudas?

También se prohibió la danza, tanto gasto exaltado de energía no podía ser bueno...


(Mi primera colaboración de ficción en la revista Grada de septiembre. Los títulos no son lo mío, espero mejorar...)

Poesía Experimental: la lógica en el asombro

Poesía experimental: emoción, sorpresa, delirio, caos, originalidad. Todo eso y más. La poesía experimental puede incluir versos escritos o no, palabras sueltas, letras desbocadas… Suele incluir imágenes sugerentes, cargadas de significado, de múltiples simbolismos, normalmente inteligibles al primer vistazo, regidas por códigos comunes fácilmente reconocibles por cualquier ciudadano medio. Puede tomar la forma de un objeto tridimensional, un lienzo pintado, un montaje fotográfico, una curiosa combinación de piezas móviles, incluso algo literalmente vivo.

Si a algo tan intuitivo, cargado de pasión y aderezado con unas dosis de locura se le pudiera denominar disciplina, diríamos que en la práctica de tal “disciplina” convergen artistas de muy diversas índoles: poetas, pintores, fotógrafos, diseñadores gráficos, escultores, reposteros incluso… Lo cierto es que cualquiera que sepa mirar la realidad con ojos asombrados, volverla del revés y fabricarse con ella una “dadilaer” nueva con la que jugar a los acertijos y a las verdades de las buenas, es un poeta experimental.

Ya ven: ni nombres propios, ni clasificaciones de corrientes, ni definiciones de manual. Sólo impresiones sobre un arte apasionante.



(Fragmento de mi primera colaboración en la revista Grada)