martes, enero 02, 2007

Las Condiciones del Pájaro Solitario

Hoy al fin he terminado de ver la serie Jeremiah. Es una de esas producciones americanas de temática postapocalíptica que no destaca especialmente; podría decirse, siendo condescendientes, que no es mala. Lo cierto es que el tema de la calidad es lo de menos, una serie no tiene por qué ser buena para enganchar. Si todo lo que nos engancha fuera bueno el mundo sería un lugar mejor pero, probablemente, también mucho más aburrido.
Dos cosas que me han llamado especialmente la atención sobre ella:

En primer lugar, el papel de las mujeres. Casi siempre aparecen como simples partenaires, sólo sirven para dar la réplica, servir mesas, hacer el amor, fregar platos, ser amadas...y morir para que los héroes masculinos puedan mostrar su lado más tierno sufriendo por ellas.

En segundo lugar, está el hecho de que según avanzaba la historia, las escenas que incluían pechos femeninos al descubierto iban escaseando cada vez más, justo al tiempo que la trama parecía hacerse más profunda, adquiriendo incluso tintes casi poéticos y filosóficos hacia el final.

En mi opinión, el punto álgido de su lirismo se halla en una escena en que el "malo" se encuentra solo en medio del bosque, junto a un arroyo, inmerso en la contemplación de un pajarillo de brillante plumaje. En ese momento se acerca uno de sus hombres para transmitirle no-sé-qué mensaje militar. El "malvado" pregunta a su subordinado si alguna vez ha leído poesía, a lo que éste replica que no (respuesta innecesaria porque al menda se le trasluce toda la tontez en la cara), ocupándose de dejar bien claro que él no es de "esos", que a él "esas cosas" no le van.
Claro, que cuando el jefazo malote le espeta que él sí, el soldado empieza a balbucear explicaciones. El general le interroga acerca de si alguna vez ha oído nombrar a San Juan de la Cruz, a lo que el avispado muchacho, en un alarde de iluminación cognitiva le contesta: "No...¿es un poeta?"
Y en ese instante el archienemigo de nuestros héroes (que cada vez nos va pareciendo menos malo) comienza a recitar:

"Las condiciones del pájaro solitario son cinco. La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente."

¿Qué creéis que le suelta el soldadito después de quedarse unos segundos con cara de concentración y esfuerzo?: "Ninguno de los versos rima ¿verdad?"
...Y la cara de nuestro poético malote constituye ahora en sí misma un poema.
Sobre este tema no hay mucho que aclarar ¿no? Cada cuál que entienda por sí mismo.

Sólo comentar lo mucho que aportan los enemigos carismáticos, y no tan malos en realidad, a la ficción audiovisual, bueno, a la ficción en general.
¿Acaso es malvado el lobo que lame la sangre de su víctima?

¡Qué hartura de buenos buenísimos y malos malísimos! ¿Acaso no han sido y serán intercambiables los papeles del Bien y el Mal en distintos sistemas sociales, en distintas épocas, culturas y civilizaciones?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha llamado la atención tu forma de exponer los papeles del bien y el mal... Opino que en el cine muchas veces se llega a definir un personaje para justificar sus actuaciones etiquetándolo de "bueno o malo."

Estas etiquetas tienen el inconveniente de que reducen al personaje sólo a eso: "a bueno" o a "malo" y no tienen en cuenta otros aspectos que podrían desarrollar el personaje. Reduciendo al personaje (y su calidad) a meros estereotipos.


En cuanto a lo del intercambio del bien y el mal, no estoy tan de acuerdo contigo, ya que se podría caer en un relativismo cultural que defendería la validez de todo sistema cultural y niegue cualquier valoración moral. Un acto malvado en tanto que intencional es malvado en cualquier cultura o época. Otra cosa sería que una misma persona pueda cambiar los roles.

Un saludo y espero no haberme enrrollado mucho... jejeje

A. J. Zaragoza. dijo...

Los "malos" con algo de buenos son siempre más interesantes a la par que un bueno que haga cosas no tan "buenas", un personaje será siempre más atractivo cuando más aristas presente, otra cosa es que los autores sean capaz de crear un personaje de ese calado.

José Manuel Díez dijo...

Yo también me quedo con esos que nunca terminan de dar su verdadero lado.. el menos bueno o el no tan malo...

Aunque lo que más me sorprende de la serie ésta (sin haber visto ni un solo capítulo) es que sea la americanada que Laura nos dice y citen a San Juan de la Cruz... Un olé por los guionistas... :-)

Saludos

Laura PD dijo...

Anónimo:
Lo que es malvado para ti puede ser incluso un acto de bondad para otra persona. No está tan claro lo que es el mal. Pongamos por caso el canibalismo ¿es malvado por sí mismo? en nuestra sociedad actual cualquiera te contestaría que sí sin pensarlo siquiera. Sin embargo, no sólo se ha practicado en diferentes épocas y culturas, ya fuera por pura necesidad física o como parte de determinados riuales, sino que, de hecho, el ser humano nos sería lo que es hoy si nunca hubiese consumido la carne de sus semejantes. Está demostrado que la carne humana aportó el extra de proteínas necesario en un momento determinado para el completo desarrollo del cerebro de nuestros ancestros tal y como lo conocemos hoy. ¿Es esto malvado?

Yo desde luego, me quedo con los archienemigos humanos, complejos, no absolutamente malvados y corruptos, sino movidos por unas profundas motivaciones singulares incomprendidas por la mayoría.

Anónimo dijo...

Hola otra vez, la verdad es que es un tema muy interesante que nos llevaría días. Pero te explico un poco más mi opinión: con el ejemplo del canibalismo, que haya sido muy practicado no significa que no sea un acto horrendo tanto para las personas de culturas exteriores como para los miembros de la misma cultura que la practican...y digo esto porque como bien señalas algunas de esas atrocidades se han cometido bien por necesidad o bien por rituales que si bien analizados luego resulta que tienen un transfondo basado en las necesidades. Por eso te hablaba del relativismo cultural. No se puede defender un acto deleznable sólo por considerar que algo es aceptable en otra cultura... Eso sería un poco peligroso... ¿sería el asesinato admisible en sí porque en otra cultura se considerara algo usual?.

Mi idea es que existe el mal en sí y el bien en sí y que cada uno de nosotros desarrolla más del uno o del otro. Eso es lo que nos hace buenos o malos, o ambas cosas al mismo tiempo, pero hay que aceptarlos como tal. Un saludo