Mañana estaremos muertos
Conozco a gente que sacrifica el sudor y las ansias; hombres que permanecen junto a mujeres a las que no aman- pobres ambos-, que permanecen junto a esta sólo por no poder estar con aquella; hombres, a los que, de hecho, les da igual esta que aquella, pues lo único que desean es una compañera, poco importa quién sea mientras encaje en su estrecho molde doméstico.
Conozco mujeres que se comparan constantemente entre sí, que viven atormentadas por la imagen engañosa de cómo les gustaría ser: más altas, más delgadas, más guapas, más jóvenes; mujeres que se quedan con el primero que las mira.
Conozco personas que no hacen el amor, o que lo convierten en algo triste y mecánico. Personas asustadas, gente acomodada en sus miedos, sus rutinas, sus conceptos estrictos de lo que debe ser.
No se dan cuenta de que cada día será más difícil MIRAR, sudar, jugar como chiquillos, amar como bestias. ¡Oh! Si hoy no te gusta tu cuerpo, si hoy no te apasiona tu pareja... ¿Qué pasará mañana? ¿Qué será de ti cuando seas viejo?
Mañana estaremos todos muertos
Y, a pesar de no ser conscientes,
Ellos ya van ensayando cada día.