martes, junio 17, 2008

SOBRE BESOS Y SUEÑOS

Últimamente estoy besando bastante en sueños.
He de decir que a veces los besos son decepcionantes, como si se esperase demasiado de ellos, como si estuviéramos aguardando a recibir un beso apasionadamente cinematográfico y llegara un ósculo diminuto sentido apenas. Y no digo que la culpa sea del besador, en mis sueños no hay culpas, sencillamente los labios no encajan como deberían, o no encajan las almas, existen desencuentros de lenguas en mis sueños, o no existen lenguas siquiera. Entonces nos decimos sin palabras que no hay nada, que se acabó la ilusión de que podríamos amarnos e incluso ser felices, nos miramos azorados sin sentir nada y el sueño acaba.

Pero mis sueños frustrantes tienen continuación, porque mi subconsciente se encarga de un tiempo a esta parte de recordarme que podemos ser mejores y más fuertes, que las segundas oportunidades existen y que podemos cambiar cuanto nos propongamos. De modo que nos besamos de nuevo, y esta vez beso conscientemente, y no dejo que te vayas, y empezamos algo tímidos, pero pronto nuestras lenguas bailan a un mismo compás, y creamos una música como nunca antes se oyó en el universo. Y es sólo para nosotros.

2 comentarios:

Dr.Lemur dijo...

Siempre me ha parecido muy difícil escribir una frase sobre lenguas y que quede elegante. Me encanta. Muchas gracias por escribirlo y muchas gracias por regalármelo. Mil

Anónimo dijo...

Habrá que preguntarle al señor Freud lo de los sueños. Me has recordado a la cosmología aristotélica. Él pensaba que cada planeta tenía un sonido especial y diferente, que no podíamos distinguir por nuestra condición humana.