viernes, mayo 12, 2006

Noche de los Ancestros

Hoy os ofrezco mi primera pequeña aportación literaria para el blog. Este micro-relatillo lo escribí hace algunos añitos ya y, bueno, no es gran cosa. Está pensado como una invocación, una especie de ritual para la noche de Samhain, también conocida como noche de los ancestros o "del velo fino". En nuestra cultura la conocemos simplemente como noche de los difuntos, es la víspera al día de todos los santos. La idea inicial era que estuviese escrita como si fuese a ser leída en la radio, de ahí las referencias a este medio.
Espero que os guste.


Es mediante la palabra como tiendo ahora las redes argénteas de mi sortilegio. Escuchad en la noche el velado cántico que mi alma eleva, y que de nuevo os alcance la audacia de mi mensaje, pues es en esta Noche de los Ancestros que os reclamo desde el olvido.

Son mis emisarios la luna serena y la intangible magia de la radio. Yo soy la que, como un anacrónico espectro, vuestro regreso aguarda. Entonaré para vosotros los cantos desgarrados y demenciales de la Banshee, descenderán a los abismos las lúgubres notas de mi endecha en esta noche chispeante de arcaicos poderes despertados.

Expando mi llamada a través de los mundos hasta alcanzar vuestras esencias suspendidas en la nada. Enfrento mi voluntad, que resplandece con la fuerza de mil soles, al vacío que pesa sobre vuestros nombres, y afronta mi espíritu la terrible negrura que se cierne sobre vosotros desde hace tanto Tiempo. Ved cómo se retira la noche que creímos sin fin, prestad oídos a los sones triunfales que anuncian vuestro retorno, pues hace ya más de un milenio que fuisteis dados por perdidos, y este nuevo comienzo ha de ser celebrado y conocido por todos.

Melodías ancestrales resuenan a través de los planos en esta noche de gloria, una vez más se unen las voces solemnes de las valquirias en un glorioso coro ritual, el rítmico golpear de armas y armaduras se torna hipnótico en su ceremoniosa danza. Ellas esperan, ataviadas de gala, el momento de unir sus energías en auxilio de mi alma. Mis generosas hermanas ejercerán junto a mí su magia, y por este ejercicio de inmensas fuerzas desatadas, será reanudada la vida que os fue arrebatada.

Invitados sois de nuevo a la existencia, yo os invoco, regresad a casa, y que los caóticos abismos que os aprisionaban retrocedan. Cumplida es la sentencia, recordad el contenido de las antiguas profecías: “cuando las palabras vuelen largas distancias, y en brazos de enigmáticos vientos sean entretejidos los sortilegios...” Ya ha sido escuchado mi relato a través de los océanos, pagadas están las viejas deudas, lo que fue será de nuevo, una vez más el Clan del Norte estará completo.

Yo, Skuld, que cabalgo como una más junto a las valquirias. Yo, la Norna, que soy la esencia misma del Tiempo, yo la de múltiples rostros y numerosos nombres, dispongo ahora que sea efectivo vuestro regreso. Incontables veces han crecido las mareas desde la hecatombe de Ragnarok... Cómo os lloré, hermanos y hermanas, hijos míos queridos, héroes anónimos perdidos en el fragor de la batalla, cuánto sufrí por vuestro olvido.

Muchos fuimos antaño en Asgard, mas sólo unos pocos conocidos; aquellos cuyo nombre nunca fue pronunciado por labios mortales caísteis tras la derrota en el terrible olvido, que es la destrucción y la nada. Pero yo, guardiana de la palabra, escriba previsora, traté de enfrentar la crueldad del fin definitivo, recogiendo vuestros preciosos nombres en un libro. Y llamé Munnin, que significa memoria, al grueso volumen, puesto que él preservaría mejor que yo misma el recuerdo de lo que fue. Nombrado fue Munnin en honor al leal cuervo de Odín...

Odín... Sabed, mis amados Asgardianos, que él más que nadie aguarda impaciente vuestro regreso. Pues él fue el primero en ser rescatado del vacío, estando aún recientes los fatídicos sucesos de Ragnarok. Mas su salvación de la nada fue concertada a un alto precio: parte de mi propio alma fue sacrificada, pago que realicé gustosa.

Debo ahora desterrar los recuerdos, que distraen mi voluntad y la apartan de mi objetivo, y reunir toda la energía que emana del universo entero en esta velada mágica. Concentro ahora en mí, también, como una última ayuda, el poder conjunto de las plegarias de todos aquellos que en esta noche de Samhain me invocan...

El momento es el propicio, yo os llamo, atravesad el velo fino, despertad, dioses perdidos. Es en esta Noche de los Ancestros que yo, la norna, os reclamo.

No hay comentarios: